Proyectores y accesorios
Proyectores y accesorios para oficina
Los proyectores son un elemento clave en reuniones de equipo presenciales. Gracias a ellos, todos los asistentes pueden ver la información del encargado de la presentación sin mayor problema. Pero para que esas reuniones sean lo más productivas posible, es necesario contar con un proyector y pantalla adecuados, porque no cualquiera ofrece resultados óptimos. A continuación te contamos todo sobre los proyectores para presentaciones y para entornos empresariales.
Cómo elegir un proyector para oficina
Las oficinas son lugares habitualmente con mucha luminosidad, en los que en ocasiones por fuentes de luz naturales no es fácil hacer la oscuridad. Por este punto, es importante escoger bien el proyector, que tiene que contar con el suficiente brillo para que la imagen que proyecta pueda ser vista sin dificultad. Un proyector potente de alto brillo o luminosidad para oficina, que evite los problemas de la luz ambiente, ha de contar con al menos 3.000 lúmenes, dato que podrás encontrar en la ficha de cualquier proyector. Solo si puedes hacer la oscuridad absoluta en la sala de reuniones podrás recurrir a proyectores menos potentes.
Además del brillo del proyector, otro punto importante a tener en cuenta a la hora de elegir proyector para la oficina es el formato. La tecnología LCD juega un papel fundamental en la calidad de la imagen, ya que los proyectores con esta tecnología son más luminosos que los DLP. Los programas de presentaciones más usados (Powerpoint, Keynote, Spreadsheet) tienen como resolución nativa 4:3, aunque es posible cambiarla a 16:9 u otros formatos. Si vas a usar el proyector principalmente para presentaciones, fíjate en que su formato nativo sea 4:3, aunque luego desde su menú podrás adecuar el formato a otro.
La resolución es sin ninguna duda uno de los puntos clave. La resolución más habitual es de 1280x720 píxeles, que puede ser suficiente si lo que queremos mostrar son presentaciones en las que no priman las imágenes y no se incluyen vídeos. En cambio, si es importante para nosotros que las imágenes y vídeos se vean con una calidad óptica, sería necesario dar el salto a un proyector con calidad FullHD, de resolución nativa de 1920x1200 píxeles. El contraste también afecta a la calidad de la imagen, aunque al no haber una unidad de medida común a todos los fabricantes, es un punto difícil de comparar.
El tamaño de imagen que pueden ofrecer también es importante. En función de la pantalla o superficie de proyección que vayas a emplear en tus presentaciones, deberás fijarte si el proyector ofrece el tamaño de la imagen para ese hueco. No suele ser un punto problemático este, ya que la mayoría de proyectores pueden ofrecer una imagen de hasta 300 pulgadas, aunque en los tamaños más grandes la calidad de la imagen puede descender considerablemente.
La conectividad juega un papel relevante a la hora de elegir un proyector de oficina. Si no va a estar vinculado siempre a la misma fuente de imagen (ordenadores, tablets…), es importante que escojas un proyector que cuente con las conexiones más habituales: HDMI, VGA e incluso DVI, además de entradas y salidas de sonido. Algunos de ellos también cuentan con funciones, como DLNA, que permiten que se puedan conectar a un ordenador de manera inalámbrica, de modo que no es necesario el empleo de ningún cable.
Por último, fíjate en la vida o duración de la lámpara. La lámpara de los proyectores tiene unas horas de uso tras las cuales tiene que ser reemplazada. Lo más normal es que esa vida se extienda por 10.000 o 20.000 horas, que en función del uso que se le vaya a dar al proyector, pueden ser años. La duración también depende del modo de uso, ya que algunos proyectores cuentan con un modo económico que alarga la vida útil de la lámpara.
Accesorios imprescindibles para un proyector de oficina
Además del proyector adecuado, para que tus reuniones con presentaciones sean lo más productivas posibles, necesitarás de algunos accesorios imprescindibles. Un puntero presentador con control remoto siempre es un gran aliado a la hora de presentar, ya que además de permitir apuntar con un puntero láser a información quieras reseñar, también te permite pasar de página en la presentación sin tener que acercarte al ordenador.
Si no cuentas con una pared especialmente clara y sin nada en ella, también necesitarás una pantalla de proyección. Puedes encontrar modelos de pie, con trípode incorporado o las más clásicas, de estilo cortina, que se enrollar manualmente o eléctricas. A la hora de escoger una pantalla ten en cuenta de nuevo el formato de imagen, 4:3 para presentaciones, y el tamaño, siendo el más habitual de 120 pulgadas. Asimismo, otro accesorio muy útil son los soportes para proyectores que permiten anclarlos al techo.