En relación a esto, ¿sabías que casi la mitad de los aparatos electrónicos que más utilizamos requieren pilas? Por este motivo, resulta primordial dar con opciones ecológicas y longevas, como son las pilas recargables. Su desembolso económico inicial es mayor que el de las pilas de un único uso, si bien a largo plazo el ahorro económico será considerable.
Tipos de pilas recargables
Existen varios tipos de pilas recargables. De hecho, su principal diferencia con respecto a las pilas de un único uso radica en su capacidad para ser recargadas cientos o miles de veces, tal y como su nombre indica. Por lo demás, su formato, características -—como el voltaje— y tamaños -—por ejemplo, de tipo AA y AAA— son similares.
Los tipos más comunes de pilas recargables son: Níquel-Cadmio (NiCd), Níquel-Metal hidruro (Ni-MH), Ion de litio (Li-ion). Las pilas recargables de Níquel-Cadmio (NiCd) están desapareciendo en favor de las Níquel-Metalhidruro (Ni-MH), pues el cadmio es un componente muy contaminante.
Precisamente, las pilas recargables de Níquel-Metalhidruro (Ni-MH) son, quizá, la mejor pila recargable en relación calidad-precio. La duración de las pilas recargables Ni-MH suele ser de hasta 2000 ciclos y el impacto del efecto memoria es menor que en otros modelos.
Por otro lado, las pilas recargables de Ion de Litio (Li-ion) cuentan con una alta capacidad energética, así como una gran resistencia a la descarga. En concreto, la tecnología de las pilas recargables Li-ion es la misma que la de tu teléfono móvil. Además, el efecto memoria es prácticamente inexistente y el riesgo de sufrir autodescarga, mínimo. En otras palabras, el funcionamiento y rendimiento de este modelo de pilas recargables es mejor que el de otras que existen en el mercado, si bien son más caras.
Asimismo, otro aspecto importante a tener en cuenta de las pilas recargables de Ion de litio (Li-ion) es su sensibilidad al calor, por lo que no son óptimas en aquellos dispositivos que se calientan con facilidad o en aquellos aparatos que requieran constantemente del reciclado de esta pila recargable. Por este motivo, la pila recargable de Níquel-Metal hidruro es la más popular, teniendo en cuenta aspectos como su calidad, duración, cuidado medioambiental y precio.
Por último, las pilas recargables pueden ser precargadas, es decir, pilas recargables que ya vienen cargadas y, por tanto, listas para ser utilizadas. Su estabilidad y larga duración, incluso sin uso, son dos rasgos a destacar en estas pilas recargables.
En definitiva, las pilas recargables resultan una buena alternativa para ahorrar costes y cuidar de nuestro planeta. Una vez escojas el modelo de pila recargable perfecto para ti, necesitarás un cargador que cuide y alargue la vida útil de tus pilas.
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