Los libros de registro permiten tener una visión global sobre todos los pasos que da un negocio. Además, tanto el Código del Comercio como las leyes mercantiles imponen la obligatoriedad de algunos tipos de libros de registro. El objetivo es favorecer así el control de las empresas.
Tipos de libros de registro
Hay dos tipos de libros de registro importantes: los obligatorios y los auxiliares.
Los libros de registro obligatorios son los que todas las empresas deben tener por ley. Entre ellos están los siguientes: - Libro Diario: en él se registran periódicamente las operaciones relacionadas con la actividad económica de la empresa (fecha y número de factura, cuentas contables implicadas e importe).
- Libro de Cuentas: en él se refleja un balance detallado del patrimonio e inventario al cierre del ejercicio y cuentas anuales.
- Libro de Actas: obligatorio según la forma jurídica de la sociedad explotada.
- Libros de Subcontratación: en él se debe reflejar en orden cronológico los trabajos de cada una de las subcontrataciones realizadas.
- Libro de Registro de Jornada: en él se registran las horas de trabajo de los empleados.
- Libro de Registro de Salida: obligatorio en las Administraciones públicas, se utiliza para registrar los movimientos de salida de productos y bienes.
- Libro con Hojas de Reclamaciones: la ley obliga a todos los negocios a tener un libro de reclamaciones. A través de este libro los clientes pueden dejar constancia de una queja.
. Los libros de registro auxiliares: son voluntarios, por lo que cada empresario puede decidir utilizarlo o no según el control que quiera llevar de su negocio. En ellos se suele registrar de forma detallada el ejercicio económico.
Los libros de registro, sean o no sean obligatorios para las empresas, son la mejor forma de tener todos los datos de un negocio organizados. De esta manera, será más fácil no cometer ningún error relacionado con tus cuentas o, por el contrario, detectar el fallo con la mayor brevedad posible y darle una pronta solución.
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