Alfombras

Alfombras protectoras

Las sillas de oficina pueden llegar a provocar marcas en el suelo con el paso del tiempo, dependiendo del material con el que esté hecho el firme. Para evitar este tipo de problemas antes de que ocurran pero sin perder la movilidad que dan las sillas con ruedas, la mejor solución pasa por la compra de alfombras protectoras.

La misma agilidad y sin cambiar la estética

El uso de alfombras u oficinas de trabajo no es conveniente en la mayoría de los casos. Pueden provocar caídas, bien por resbalones como tropezones, y además no son compatibles, generalmente, con las sillas de oficina. Si utilizas este tipo de sillas necesitas libertad de movimientos, y en las alfombras al uso, de pelo o con algo de altura, las ruedas de la silla se clavan y no dificultan el desplazamiento. Ciertas alfombras de tejidos pueden permitir los desplazamientos, pero igualmente pueden provocar accidentes. Es por ello, que para oficinas las alfombras más convenientes son las protectoras.

Estas alfombras están fabricadas en policarbonato, PVC o PET y son totalmente lisas. De esta manera, protegen el suelo debajo de ellas a la vez que permiten la movilidad total con una silla de oficina. Las alfombras protectoras son especialmente resistentes y adecuadas para alérgicos, ya que ni desprenden gases ni pueden acumular ácaros u otras partículas que las alfombras de tejidos si acumulan. Además son transparentes, por lo que no supone una alteración estética del lugar donde se colocan. 

Distintos tamaños y materiales

Las alfombras protectoras están pensadas para un uso diario sobre ellas, por lo que cuentan con una extraordinaria dureza y resistencia. Con ellas el suelo estará bien protegido, ya que en condiciones normales de uso está garantizado que ni se agrietan, desconchan, rompen o agrietan. Este tipo de alfombras duran años e igualmente, una vez se quieren cambiar pueden ser recicladas. Los tamaños más habituales en alfombras protectoras son 120x90 o 150x120 centímetros, incluyendo algunas de ellas una lengüeta que prolonga su longitud.

Además de al tamaño, es interesante prestar atención al material con el que están fabricadas, ya que no cuentan con las mismas características. Las alfombras protectoras pueden estar fabricadas en PVC, policarbonato o PET 100% reciclado. Este último es el más sostenible de cara al medio ambiente, ya que la procedencia del material es de botellas de plástico recicladas, por lo que con su compra contribuimos a reducir el impacto medioambiental. Las alfombras de PVC son las más rígidas, aunque el policarbonato es aun más resistente a impactos. A favor del PVC juega la transparencia, ya que en ningún caso hablamos de una transparencia como la del vidrio. La del PVC ronda el 93%, mientras que el policarbonato desciende al 88%.