Por mucho que podamos conectar altavoces, móviles y otros tipos de dispositivos de manera inalámbrica, ya sea por WiFi, bluetooth u otras vías, las conexiones USB siguen siendo imprescindibles a día de hoy. Y ante la escasez de este tipo de puertos en algunos ordenadores de sobremesa y portátiles, la solución para quien necesita conectar varios dispositivos por USB a su ordenador pasa por la adquisición de un hub USB.
Los hubs USB tradicionalmente han sido multiplicadores de tomas USB. De una toma USB del ordenador, los hubs se encargan de sacar varias, haciendo posible así que se puedan conectar más dispositivos externos, como memorias USB, lectores de tarjetas o impresoras, entre otros. Además, los hubs USB también pueden ser útiles como alargadores, acercando las tomas USB al usuario en caso de que los USB del propio ordenador no estén al alcance directo. Si es tu caso, adquiere un hub que tenga un cable largo.
Pero más allá del poder multiplicador de los hubs, a día de hoy estos dispositivos ofrecen más ventajas. Por ejemplo, la capacidad de contar con USB de formato tradicional (USB-A) en ordenadores portátiles que cuentan únicamente con puertos USB-C. De esta manera es posible conectar memorias USB y otros dispositivos que todavía no cuenten con la última versión USB.
No hablamos solo de contar con otro tipo de USBs, los hubs USB también son útiles para conseguir puertos que los ordenadores de por sí no tengan: VGA, HDMI, conexión de red, lectores de tarjeta… De este modo se multiplican las posibilidades de conexión del ordenador, habilitando conexiones a monitores externos o a redes fijas, con una inversión baja.
A tener en cuenta antes de comprar un hub USB
Los hubs USB pueden ser dispositivos muy útiles, facilitando el acceso a los puertos y habilitando nuevas opciones de conexión, pero si no se eligen correctamente pueden ser totalmente inútiles. El primer punto a tener en cuenta antes de cerrar la compra es comprobar la compatibilidad con el sistema operativo del ordenador. Y por supuesto, la disponibilidad del tipo de puerto al que se conecta el hub, ya que dependiendo del hub puede conectarse a un USB tradicional o a un USB-C.
Además, la mayoría de los hubs se alimentan exclusivamente mediante el USB al que se conectan, limitando esto la posibilidad de conectar dispositivos que necesiten de alimentación, como puede ser cables de carga o discos duros externos. Si es tu caso, hazte con un hub que cuente con alimentación a corriente, ya que de ese modo podrás conectar al hub dispositivos con un consumo superior de energía.
Y más allá del sistema operativo y la carga del propio hub, elige aquel que tenga los tipos de USB que vayas a necesitar. Además de la “forma” del conector, recuerda que hay conectores USB 2.0 y 3.0, normalmente reconocibles porque son azules. Los segundos son mucho más rápidos a la hora de transferir archivos, ahorrándote un tiempo muy valioso.
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